Abella, un médico rural que creó su propia editorial para poder publicar
Cultura | 05/03/2014
Roberto Jiménez.
Valladolid, 5 mar (EFE).- José Antonio Abella (Burgos, 1956), ganador hoy del XII Premio de la Crítica de Castilla y León con la novela "La sonrisa robada", es un médico rural que vive en Segovia y un buen día decidió dedicar el dinero de un premio para crear su propia editorial, con el fin de "poder sobrevivir como escritor".
"Quienes escribimos en la marginalidad, que eso ocurre en una ciudades de provincias como Segovia, no dejamos de ser náufragos en busca de una isla para poder sobrevivir", ha explicado Abella, quien invirtió la dotación económica del Premio Hucha de Oro (2008), que ganó con "El fin de las palabras", en la creación de una editorial.
Isla del Náufrago, por esa misma razón, es el nombre de este sello que le ha permitido publicar durante estos años, caso de "La sonrisa robada", Premio de la Crítica de Castilla y León, convocado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y que ha sido fallado hoy en Ávila.
Un escritor "nunca debe autoeditarse, pero en mi caso no existía otro camino, ya que ninguna de las editoriales a las que envié 'La sonrisa robada' me contestó siquiera para decirme que la habían leído", ha lamentado este médico que presta servicios en Martín Miguel y Juarros de Riolobos, entre otros municipios segovianos.
Fiel a la máxima que proclamó su colega José de Letamendi en el siglo XIX, quien afirmó que "el médico que sólo medicina sabe, ni medicina sabe", José Antonio Abella se refugia en las letras como puente de unión entre esa ciencia "y el mundo interno de las personas".
Una ficción que bebe de una realidad histórica es el armazón de "La sonrisa robada", que ha superado los textos firmados por Francisco Rodríguez Adrados, Julio Llamazares, Agustín Remesal y Juan Pedro Aparicio, entre otros finalistas del Premio de la Crítica de Castilla y León.
Abella parte de la intensa relación epistolar que entre 1948 y 1953 sostuvieron el poeta José Fernández Arroyo y una alemana de filiación nacionalsocialista (nazi), dueña de un pasado "turbio y doloroso" como consecuencia de la II Guerra Mundial y de la cual acabó enamorándose.
La historia, ha resumido el autor, "ha sido siempre un poco parcial porque siempre ha atendido a la voz de los ganadores y nunca ha tenido en cuenta la de los perdedores".
"Si bien todas las atrocidades cometidas por el régimen nazi son incuestionables, también hay que pensar que el horror no es exclusivo de una determinada ideología política", ya que siempre "va a pesar en el mismo platillo de la balanza", en contra de la condición humana.
Todos son víctimas, incluso los ganadores de las guerras, como deja entrever Abella a través de las confidencias de su protagonista alemana.
Médico y escritor, pero también escultor -suyo es el monumento a la Trashumancia erigido en la ciudad de Segovia en 2000-, José Antonio Abella es autor también de varios poemarios a la espera de editor y de las novelas "Yuda", "La esfera de humo", "Crónicas de Umbroso" y "La tierra leve", además del libro de relatos titulado "Unas pocas palabras verdaderas".
Recibirá el XII Premio de la Crítica de Castilla y León durante la celebración, esta próxima primavera, de la Feria del Libro de Valladolid. Sin dotación económica, este galardón consiste en una escultura de Venancio Blanco.
Desde su instauración, los ganadores han sido Luciano González Egido (2003), Antonio Gamoneda (2004), Raúl Guerra Garrido (2005), Óscar Esquivias (2006), Adolfo García Ortega (2007), Juan Manuel de Prada (2008), Luis Mateo Díez (2009), Abel Hernández (2010), Antonio Colinas y Olegario González de Cardedal -ex aequo- (2011) y José María Merino (2012).